Praga no cuenta sólo con tiendas especializadas en la venta de cristales de Bohemia para turistas. De hecho, los museos de la capital checa presentan una amplia collección de piezas de este arte apasionante.
Renovado, con elegancia y sobriedad en un estilo conteporaneo, el edificio, lejos de estár aislado, está abierto al barrio y al rio a través de sus grandes ventanales y terrazas, adornadas con esculturas contemporáneas y una gran torre de vidrio.
Este sitio acogedor es una invitación a descubrir las artes de nuestros tiempos.
Una de las últimas cosas que se nos ocurriría visitar estando de turista en una ciudad seguro que sería el cementerio, pero Praga es una ciudad especial hasta para esto.
Dejando de lado el rechazo inicial que causan estos lugares, visitamos El cementerio de Olšany.